Al terminar el día, ya cuando los niños están en cama, escuchamos juntos una canción que nos ayuda a sentir, recordar, vivir el amor de Dios. Podemos escucharla entera o solo un trocito.
Animaos a terminar el día con los niños también con una canción.
Ahí va la primera, para domingo y lunes, escuchemos con el corazón abierto, sintiendo que es Dios mismo quien nos la canta.
SIEMPRE TE AMARÉ (ATHENAS)